viernes, 23 de octubre de 2009

La sangre o el corazón

La cita que hemos puesto en este blog es de un dramaturgo alemán de fiandes del siglo XVIII, Friedrich Von Schiller y me gusta porque creo que sintetiza muy bien lo que significa la adopción. 

Este tema siempre sale en los cursos de formación, en los libros especializados, en los foros, pero sobre todo dentro de las parejas que deciden que la adopción va a ser su vía para convertirse en padres. Estoy segura de que la mayor parte hemos tenido la duda de si querremos a ese niño igual que si fuese biológico. Pensamos, que no sabemos nada de su pasado, de sus padres, no tiene nuestro color de piel o nuestros rasgos, no nos conoce y no nos entiende. ¿Podemos quererle igual que si hubiese nacido de nosotros?.

Creo que la respuesta es: SI. Porque tal y como dice Schiller, es el corazón el que nos convierte en padres e hijos y no la sangre. La biología no siempre tiene que ver con los sentimientos, la biología no garantiza que vayas a ser un buen padre, la biología no asegura que tus hijos te quieran siempre o que tú morirías por ellos. La adopción tampoco, pero es seguro que hay hijos biológicos que no son tan deseados como esos niños que viene del otro lado del mundo. Y los padres adoptantes no tenemos otra cosa que darles salvo amor, el amor que vamos acumulando durante todo ese tiempo que pasamos esperando una noticia suya.

Creo que está bien plantearse este tipo de cuestiones porque no hacerlo significa ir a ciegas por el camino de la adopción.

Una amiga me decía hace poco que mientras se planteaban la adopción, su marido no estaba muy seguro, porque pensaba que no iba a querer a ese niño tanto como si fuera suyo. Ahora tiene a su peque en casa y es el hombre más feliz de la tierra. No cambiaría a su princesa por nada de este mundo. Y mi amiga tampoco.

Esta cita sirve para todos los que queremos ser padres, biológicos o adoptivos. La sangre no siempre tira tanto, lo que tira es lo que le dejas a tu hijo en el corazón.

1 comentario:

laura dijo...

No solo pienso como tu sino que yo no creo que sí se quieren igual, sino que afirmo sin lugar a dudas que SI se quieren como lo que son nuestros hijos, sin importar el adjetivo (biológico o adopctivo) es un amor incondicional, y eso no sabe de adjetivos o premisas.
saludos
laura